El despido es la finalización de la relación laboral por decisión del empresario. En España, está regulado por el Estatuto de los Trabajadores, que establece diferentes tipos de despido y sus correspondientes derechos y obligaciones. Comprender los tipos de despido es esencial para conocer las implicaciones tanto para los trabajadores como para los empleadores. En Derecho de Familia Vitoria disponemos de profesionales expertos en materia laboral a los que hacer tus consultas o confiar la gestión de tu despido para asegurar que el mismo se haga de la forma más beneficiosa para ti
Concepto y regulación del despido en España
El despido en España es un proceso que se regula estrictamente para proteger tanto a los trabajadores como a los empleadores.
El despido puede responder a diversas causas, y es un acto que implica consecuencias legales significativas tanto para el trabajador despedido como para la empresa o autónomo empleador que toman la decisión de despedir. La normativa establece que el despido puede ser calificado como despido por causas objetivas, despido disciplinario, despido improcedente o nulo, dependiendo de la justificación y el cumplimiento de los requisitos legales establecidos. A continuación, se detallan los aspectos fundamentales que definen y regulan estas diferentes modalidades de extinción del contrato de trabajo.
Estatuto de los Trabajadores
El Estatuto de los Trabajadores es la norma básica que rige las relaciones laborales en España. Este texto legislativo aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2025, de 23 de octubre refunde la normativa reguladora de los derechos y deberes de los trabajadores y empleadores, incluyendo la regulación de los despidos.
Este marco jurídico proporciona una clara guía sobre la correcta formalización de los despidos y las respectivas indemnizaciones. De esta manera, se busca garantizar que se respeten los derechos de los trabajadores en circunstancias de despido, promoviendo la justicia laboral.
En el marco del Estatuto de los Trabajadores, se detallan tipos específicos de despidos que pueden ser ejecutados, tales como el despido objetivo, disciplinario y colectivo. Cada tipo tiene ciertas particularidades que deben ser cumplidas, asegurando así que la terminación del vínculo laboral se realice de acuerdo a la normativa vigente.
Asimismo, el Estatuto exige que cada despido sea notificado de manera formal y por escrito al trabajador, indicando las razones que lo justifican. La falta de cumplimiento de este requisito puede acarrear la calificación del despido como improcedente o nulo.
Tipos de despido
El despido puede clasificarse de diversas maneras, dependiendo de la causa que lo origina y el procedimiento que se lleva a cabo. Comprender los distintos tipos de despido es fundamental para conocer los derechos y las obligaciones que surgen tanto para el trabajador como para el empresario.
Despido objetivo
Existen diferentes causas que motivan este tipo de despido. Entre ellas se prevén como causas del despido objetivo las previstas para el despido colectivo cuando la extinción afecte a un número inferior de trabajadores de los previstos para calificar el despido como colectivo.
Despido por causas económicas
Las causas económicas son aquellas que se relacionan con la situación financiera de la empresa. Se considera que una empresa atraviesa dificultades económicas cuando presenta pérdidas actuales o previsibles. También se tiene en cuenta si los ingresos ordinarios o las ventas son inferiores a las del mismo trimestre del año anterior durante dos trimestres consecutivos.
Así mismo, es causa de despido objetivo la insuficiencia de recursos económicos en el caso de contratos concertados por entidades sin animo de lucro para la ejecución de planes y programas públicos determinados, sin dotación económica estable y financiados por las Administraciones Públicas, cuando la financiación sea insuficiente para el mantenimiento del contrato de trabajo de que se trate.
Despido por causas técnicas
El despido por causas técnicas se refiere a cambios en los medios productivos que utiliza la empresa. Esto incluye la incorporación de nuevas tecnologías que hagan obsoleto el puesto de trabajo del empleado. La implementación de maquinaria más avanzada o la automatización de procesos pueden justificar esta modalidad de despido.
Despido por causas organizativas
Las causas organizativas están relacionadas con alteraciones en los sistemas y métodos de trabajo que afectan a la empresa. Estos cambios pueden ser fruto de una reestructuración interna que busque mejorar la eficiencia del negocio. Un cambio en la forma de operar puede llevar a la extinción de ciertos contratos laborales.
Despido por causas de producción
Las causas de producción se justifican por modificaciones en la demanda de los productos o servicios ofrecidos por la empresa. Si una empresa sufre una disminución en sus ventas, puede verse obligada a despedir a trabajadores para ajustarse a la nueva realidad del mercado.
Despido por ineptitud del trabajador
Aunque sí tiene que ver, al contrario que las anteriores, con la conducta y/o aptitudes del trabajador, también se prevé como causas objetivas de extinción del contrato la ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su colocación efectiva en la empresa. La ineptitud existente con anterioridad al cumplimiento de un periodo de prueba no podrá alegarse con posterioridad a dicho cumplimiento.
Despido disciplinario
El despido disciplinario ocurre debido al incumplimiento grave y culpable por parte del trabajador. Esto implica que el despido se justifica por acciones o comportamientos que atentan contra las obligaciones laborales establecidas.
Despido por faltas de asistencia
Las faltas de asistencia son consideradas graves cuando se presentan de forma repetida e injustificada. No existe un número específico que determine la gravedad, aunque suele exigirse un mínimo de tres faltas para proceder con este tipo de despido.
Despido por indisciplina
La indisciplina se refiere a actos de desobediencia o desatención hacia las órdenes del empresario. Este comportamiento puede incluir no seguir los procedimientos establecidos o la falta de respeto a los superiores.
Despido por ofensas al empresario
Las ofensas pueden manifestarse de diversas maneras, ya sean verbales o físicas, dirigidas al empresario o a compañeros de trabajo. Este tipo de comportamientos no son tolerados en el entorno laboral y pueden dar lugar a un despido inmediato.
Despido colectivo
El despido colectivo abarca las situaciones expuestas para el despido objetivo en el apartado anterior cuando la extinción afecta a un número significativo de contratos de trabajadores.
Este tipo de despido debe cumplir con un procedimiento específico y ciertas condiciones legales.
Despido por criterios numéricos
Este tipo de despido se da cuando se despide a un número de trabajadores que varía según la plantilla de la empresa. Por ejemplo, afecta a un mínimo de diez trabajadores en empresas con menos de 100 empleados, al 10% de la plantilla en empresas de entre 100 y 300 trabajadores, y a 30 trabajadores en empresas con más de 300 empleados.
Procedimiento legal
El procedimiento para llevar a cabo un despido colectivo incluye la obligación de iniciar un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores. Este periodo debe durar un mínimo de 30 días, o 15 días en empresas que cuenten con menos de 50 empleados. Durante este tiempo, se deben explorar alternativas al despido y buscar un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Derechos del trabajador despedido
Los trabajadores que son despedidos tienen derechos fundamentales que deben ser respetados por los empleadores. Estos derechos garantizan una protección mínima y aseguraran que el despido se realice de manera justa y legal.
Derecho a la notificación
El primer derecho de los trabajadores despedidos es la notificación. Todos los despidos deben ser comunicados formalmente a los trabajadores por escrito. La carta de despido debe incluir las causas que justifican la finalización de la relación laboral. Esto asegura que el trabajador esté informado sobre los motivos de su despido y le permite entender su situación.
Derecho a indemnización
Los trabajadores despedidos también tienen derecho a recibir una indemnización, que varía dependiendo del tipo de despido. La indemnización es una compensación económica que se entrega al trabajador como consecuencia de perder su empleo.
Cálculo de la indemnización
El cálculo de la indemnización depende del tipo de despido y de la antigüedad del trabajador en la empresa. En el caso del despido objetivo, la indemnización corresponde a 20 días de salario por cada año trabajado, con un límite máximo de 12 mensualidades. Esta cantidad busca mitigar el impacto económico que la pérdida del empleo pueda causar en el trabajador.
En el caso del despido improcedente, la indemnización corresponde a treinta y tres días de salario por año trabajado con un ´máximo de 24 mensualidades.
Salario por año trabajado
El salario por año trabajado se calcula tomando como base el salario diario del trabajador. Para obtener esta cifra, es necesario dividir el sueldo anual entre 365 días. Este procedimiento garantiza que la indemnización sea justa y proporcional al tiempo que el trabajador ha estado en la empresa.
Derecho a impugnar el despido
Otro derecho esencial que tienen los trabajadores despedidos es la posibilidad de impugnar su despido. Si el trabajador considera que el despido ha sido injusto o que no se han seguido los procedimientos legales adecuados, puede presentar una reclamación ante los tribunales laborales.
Procedimiento de impugnación
El procedimiento para impugnar un despido implica presentar una demanda ante el juzgado correspondiente. El trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles desde la fecha de notificación del despido para presentar la impugnación. Durante este proceso, se revisarán las circunstancias del despido y se analizarán las pruebas aportadas por ambas partes.
Calificación del despido por el Juez
El juez tiene la facultad de calificar el despido como procedente, improcedente o nulo. En el caso de un despido nulo, la empresa está obligada a readmitir al trabajador y a pagarle los salarios pendientes desde el despido hasta su readmisión.
Obligaciones del empleador
Las obligaciones del empleador son fundamentales en el proceso de despido, ya que garantizan que este se realice de acuerdo con las normativas establecidas. Cumplir con estos requisitos es esencial para evitar conflictos laborales y posibles sanciones legales.
Cumplimiento del procedimiento legal
El empleador debe seguir un procedimiento legal riguroso en el momento de efectuar un despido. Este proceso incluye:
- Justificación adecuada de las causas alegadas para el despido.
- Notificación previa al trabajador de su intención de despedirlo, cumpliendo con los plazos establecidos por el Estatuto de los Trabajadores.
- Documentación que respalde la decisión, incluyendo informes que demuestren la justificación del despido.
Además, es fundamental que el empleador esté informado de los derechos del trabajador y se asegure de que no se incurra en despidos arbitrarios o sin justificación suficiente.
Entrega de la carta de despido
Una de las obligaciones más importantes que tiene el empleador es la entrega de la carta de despido. Este documento formal debe contener:
- Motivos del despido, especificando las razones que justifican la decisión.
- La fecha de efecto del despido.
- La mención al derecho que tiene el trabajador a impugnar el despido.
La carta debe ser entregada en mano y, de ser posible, firmada por el trabajador para dejar constancia de su recepción. Es recomendable conservar una copia de la carta para cualquier eventualidad.
Pago de la indemnización
El empleador tiene la obligación de abonar la indemnización correspondiente en caso de despido. Esta indemnización es calculada según el tipo de despido que se efectúe, y debe ser pagada en el momento de la notificación.
El cumplimiento de esta obligación es esencial para que el proceso de despido se considere legal y correcto.
Prohibición de despidos discriminatorios
Los empleadores tienen la responsabilidad de evitar despidos que puedan considerarse discriminatorios. Esta prohibición abarca diversas causas, tales como:
- Razones de género, raza, origen étnico o religión.
- Discapacidad o estado de salud.
- Situaciones de maternidad o paternidad, así como otros derechos relacionados con la conciliación de la vida laboral y familiar.
Los despidos que se determinen como discriminatorios pueden tener consecuencias legales graves para el empleador, incluyendo la obligación de readmitir al trabajador y pagar los salarios correspondientes desde el despido hasta la readmisión.
Seas empleador o trabajador, no contar con un adecuado asesoramiento en el procedimiento de despido puede resultarte muy caro, asegúrate de estar bien informado y asesorado por profesionales cualificados.